Desarrollo de las Redes Informáticas de Investigación en la República Argentina


Desarrollo de la Redes Informáticas de Investigación 

y otras aplicaciones en la República Argentina 

Autores: Dres. Eduardo Rodas y Daniel Jares

Publicado en: "Desarrollo de las Redes Informáticas de Investigación y otras aplicaciones en la República Argentina”. Internet, Telemática y Salud. Editorial Panamericana. Argentina.

1997


Para quienes estamos utilizando los variados servicios que nos ofrecen las comunicaciones entre computadoras nos embarga una sensación de asombro e incredulidad al pensar que pocos años atrás esto era un sueño de ciencia ficción, más apto para mentes fantasiosas que para científicos serios.

A medida que nos fuimos acercando al mundo de la Informática Médica en la década de 1980, con la esperanza de poner en marcha algún rudimento de registros médicos en soportes magnéticos, compatibilizar las historias clínicas de especialidades, ordenar los pacientes y otros servicios que la computadora nos ofrece, comenzamos a vislumbrar el poderío del arma que se ponía a nuestra disposición.

El atraso tecnológico en materia de comunicaciones que sufría y en parte todavía sufre nuestro país, el envilecimiento de nuestra moneda y las condiciones de inestabilidad económica hacían imposible pensar en adelantos a corto plazo. En el último lustro muchas de esas condiciones mejoraron y permitieron el avance que hoy podemos ver, a pesar de que aún nos resta resolver el tema de las altas tarifas , con tendencia creciente y no decreciente. Pero hubo pioneros que a pesar de las dificultades hicieron lo imposible para que esta historia comenzara.

En el comienzo de la década de 1980 empiezan a difundirse entre los radioaficionados de Argentina los equipos de muy alta frecuencia (VHF) en equipos móviles y casi todos los radio clubes colocaron repetidoras para comunicarse entre ellos. Dentro del grupo de radioaficionados que comienzan a utilizar estos equipos de VHF surge un pequeño grupo de bioquímicos, químicos, médicos e ingenieros que imaginan que debía haber algún sistema para comunicarse en el área biomédica que fuera mas accesible que la comunicación de radioaficionados ya que esta requiere una cierta mística especial a su alrededor.


Para la misma época aparecen las primeras pequeñas computadoras en un precio del orden de los centenares de dólares estadounidenses. Mientras alguno de nosotros realizábamos Protocolos de Atención en perinatología según los niveles de complejidad de los efectores o alguna que otra estadística, teníamos el inconveniente que los Hospitales de distintas jurisdicciones tenían sus radios en distintas frecuencias y no podían comunicarse entre sí. Por supuesto no imaginábamos el vuelco que iba a tener esta historia.

Este pequeño grupo de radioaficionados desarrollaron las tareas básicas que permitían a estas computadoras muy baratas conectarse a distancia: sistemas de telegrama, de radio teletipos, sistemas de comunicación a través de satélites que también para la misma época se ponían al servicio de los radioaficionados en la Argentina y esto permitía que con una computadora sumamente económica se pensara en hacer algo útil para la red de salud. No obstante esto requería un radio receptor transmisor, sistema que no estaba al alcance de los médicos, ni tecnológica ni económicamente.

El uso cada vez más masivo de computadoras personales determinó en un momento el surgimiento de “sistemas de carteleras” o BBS´s (Bulletin Board Systems). En otras palabras, lo que se hacía era poner una computadora a disposición de los usuarios a través de una línea telefónica, quedando lista para responder en cualquier momento a los requerimientos de otras computadoras que se hicieran presentes por la vía telefónica. Algunos médicos experimentaron con estos BBS (Charlie BBS, que tenía un forum médico, de increíble originalidad para la época), pero la difusión en el área de la salud se reducía a pequeños grupos de iniciados y los temas de consulta eran más de índole técnica que médica.

Desde el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y del Departamento de Análisis Clínicos de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se aunaron esfuerzos para transformar esta situación utilizando como vehículo a las líneas telefónicas en lugar de las radios. Se desarrollaron así pequeños módem telefónicos para las pequeñas computadoras ZX81 de Sinclair y se consiguió entusiasmar a más pioneros que permitieron el acceso del Grupo Hospital que se estaba formando en una empresa de comunicaciones y podían utilizar una Microvax dedicada a mensajería. 

Aparecen luego las PC's en el precio del orden de los miles de dólares estadounidenses y se ponen al alcance de algunas instituciones. Con este equipamiento y un módem de 300 baudios se podían comunicar con alguna computadora similar en alguna otra parte del mundo. El Grupo Hospital  alcanzó 20 médicos y bioquímicos que recorrían, incorporaban retiraban novedades y veían que la comunicación internacional valía el esfuerzo. Así se contactó al Instituto de Astrofísica y al Observatorio Astronómico de la Ciudad de La Plata y ofrecieron la conexión con el Departamento de Cómputos de la Facultad de Ciencias Exactas. De allí surge el primer disquete y el software con el nombre de cuenta GUTI (Hospital de Niños R. Gutiérrez) para poder acceder a la máquina de la Facultad de Ciencias Exactas. Quien alcanza por ese entonces la jefatura del Centro de Cómputos de la OPS Argentina (Oficina Panamericana de la Salud en Argentina) logra entusiasmar a sus autoridades por los sistemas de comunicaciones y se consiguen recursos para instalar un nodo distribuidor en OPS/OMS de Argentina para lo cual se recurre a la conexión de la Facultad de Ciencias Exactas y a la propia Cancillería.

1º de noviembre de 1991
Ingreso a Internet
del Hospital Manuel Belgrano
postmaster@hzgamb.sld.ar

El Hospital de Niños R. Gutiérrez recibe en donación una computadora 386, con un disco rígido de 70 MB, 2 MB de RAM y dos módem de 2400 baudios. Se convierte así en uno de los nodos distribuidores de la red. Lo mismo ocurre con el Departamento de Análisis de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Esto dio origen a una red de salud con la potencia y el esfuerzo de la OPS, de Farmacia y Bioquímica y del Hospital Gutiérrez y se multiplica por 5 el número de usuarios en el área de salud.

A partir de allí las cosas se desencadenan rápidamente y el mapa de la red de salud se hace mas complejo existiendo hoy varios nodos distribuidores que se agregan a los ya mencionados: Secretaría de Ciencia y Técnica (SECYT), Administración Nacional de Medicamentos (ANMAT), PCCP (nodo privado), y varios mas distribuidos en distintos lugares del país. Su salida fundamental es a través del canal de la Cancillería, con otros canales como alternativa.

Hacia fines de 1983, con el advenimiento de la Democracia en Argentina, vuelve gente a la Universidad, la cual estaba muy carente de recursos y a comienzos de 1984 se crea en la Facultad de Ciencias Exactas el Departamento de Computación. Es el mas antiguo de América Latina ya que había comenzado en 1960 como Carrera de Computación Científica y tradicionalmente se consideró que debía depender de Matemática. El desarrollo en sí de la computación fue restringido por esa estructura,  lo que se modifica hacia comienzos de 1984.

Simultáneamente comienza el proyecto de informatizar el Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería) de nuestro país impulsado, entre otros, por la visita de un científico extranjero que quería comunicarse con su país. Produjo un gran asombro que ese hecho pudiera ocurrir en Argentina.

El proyecto de la Red Académica Nacional se desarrolló en la Facultad de Ciencias Exactas, en su Departamento de Computación con el fin de suministrar el correo electrónico y otros servicios en nuestro país. Comenzó con extrema modestia: con computadoras, módem y teléfonos prestados. Se encontró que en términos económicos era un proyecto de rentabilidad para el mundo científico porque con un costo extremadamente bajo se podía compensar en forma bastante adecuada la carencia de material bibliográfico y de información que existía en la Universidad de Buenos Aires y en las distintas universidades del país.

Hubo muchísima oposición pues se pensó que el proyecto era delirante. ¿Cómo una Universidad que ni siquiera podía comprar revistas científicas iba a darse el lujo de comunicarse con el mundo? Hoy no solo la Universidad, sino aún nosotros desde nuestros hogares y desde las pequeñas computadoras portátiles, estamos comunicados con el mundo. El fenómeno Internet hoy está disponible por las bandas de música pesada, los fabricantes de mayonesa, por no mencionar el extensivo uso que de la red hacen las empresas periodísticas y de información. Estas posibilidades no son iguales para todas las regiones de país, pero ya veremos como existen polos de desarrollo en distintas zonas apartadas Buenos Aires que van configurando esa tela de araña que queremos ver extendida por todo el territorio nacional.

La información comenzó a fluir. Las redes comenzaban a desarrollarse en distintas partes del mundo, en países desarrollados y no desarrollados. Se solicitaron toda clase de apoyos, públicos y privados. Y así fueron apareciendo las primeras computadoras, una línea de teléfono y algún cargo como para tener un operador dispuesto a trabajar en esta nueva manera de comunicarnos.

El nodo de la Cancillería continuaba creciendo y por ser el que tenía mas equipamiento disponible se transformó en un nodo concentrador.

Comenzaba también en esa primera etapa sus actividades en comunicaciones en Argentina la Oficina Panamericana de la Salud (OPS). Era imprescindible en esta etapa ampliar la formación de las personas que utilizarían la red. Así nos conectamos en el Hospital Belgrano a Internet vía correo electrónico en 1989, y comenzamos con cursos de capacitación continua en el manejo de estas nuevas tecnologías para el personal del Hospital. Tenemos ejemplos de quienes aún sin saber escribir a máquina están hoy operando sus computadoras personales gracias a su esfuerzo y a los programas de educación continua que se brindan.

En un crecimiento sin precedentes, de unos pocos nodos que había en 1984 podemos decir en 1996 que existen mas de 2000 distribuidos por todo el país,  sin saber la cifra exacta, pues constantemente se están abriendo nuevos. Este incremento es constante al  de mejores líneas telefónicas, mejores servicios telefónicos y mas gente con voluntad que la red de salud distribuida por todo el país,  funcione en forma solidaria y muchas veces sin recibir retribución por este trabajo agregado, nos recuerda el espíritu de aquellos pioneros radioaficionados. Para los profesionales, por otro lado, el “quedarse afuera”, significa perder un arma poderosa, con la que sus colegas cuentan cada vez con más asiduidad.

Desde 1992, el Centro de Comunicaciones Científicas de la Universidad de Buenos Aires tiene como misión armar, mantener y operar la red universitaria. Poco a poco docentes, investigadores y alumnos utilizan la red para comunicarse con colegas de todo el mundo y acceder a bases de datos de información del exterior.

La Universidad de Buenos Aires esta conectando sus unidades académicas mediante enlaces dedicados de alta velocidad para que las mismas puedan conectarse al resto de la comunidad Internet nacional e internacional. Las unidades académicas tienen a su disposición información generada por cada una de ellas y pueden interactuar entre sí. Esta comunicación resulta imprescindible para la actualización, la docencia y la investigación que se realiza en una casa de estudios de esa importancia académica.

Consideramos que la investigación es producción de conocimientos y que con estas nuevas herramientas es posible revolucionar las formas de educación directa y a distancia. La producción científica estará no sólo disponible para la comunidad académica de la UBA sino también para todo el ámbito nacional e internacional. A su vez, los miembros de la Universidad de Buenos Aires pueden acceder a la información generada en diferentes instituciones académicas de todo el mundo, con la posibilidad de búsqueda aún sin conocer en qué lugar se encuentra.

Las unidades académicas interconectadas son: Farmacia y Bioquímica, Medicina, Psicología, Filosofía, Ciencias Sociales, Derecho, Ciencias Económicas, Ingeniería, Arquitectura, Ciencias Exactas, Agronomía, Odontología, Ciencias Veterinarias, agregándose a estas 13 facultades el Colegio Nacional de Buenos Aires y el Rectorado de la Universidad. También están conectados otros institutos como: Ingeniería Biológica, la Fundación Campomar, el Instituto de Astronomía y Física del Espacio, el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, el Instituto del Cálculo, el Instituto de Tecnología Industrial, el Instituto de Tecnología Agropecuaria, la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación (SECYT). Toda esta red universitaria cuenta actualmente con un enlace propio dedicado de 128 K con el exterior. Cada unidad académica esta instalando en estos momentos su red interna para que los docentes, investigadores y alumnos la utilicen desde su lugar de trabajo.

A su vez esta red se integra con el Proyecto Red de Interconexión Universitaria (RIU) que vinculara a las 33 universidades nacionales entre sí y con el exterior. De esta manera esta red de la UBA se comunica con otras entidades, como las universidades de La Plata, Córdoba, Bahía Blanca, Litoral, San Luis, Nordeste, Cuyo, la CONAE, la CNEA, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Economía, Ministerio de Educación, etc.

Sabemos lo importante que es contar con un mecanismo para que el sistema científico argentino se comunique entre sí. En poco tiempo mas, el conjunto de las 33 universidades nacionales estarán interconectadas. Contar con la red es tan importante como contar con un espacio de trabajo, con luz, con agua o con teléfono. Es contar con una herramienta que nos ayude a superar los obstáculos y romper con el aislamiento que durante tantas décadas nos tuvo alejados entre nosotros y de los grandes centros del conocimiento.

Desde mediados de 1995 los profesionales independientes y las empresas e instituciones privadas también tienen acceso a Internet vía proveedores de servicio comerciales contratando accesos dedicados o de telefonía común.

Ha sido muy importante  el crecimiento de las comunicaciones por computadoras, el desarrollo que ha adquirido en estos últimos años la Informática Médica en general, con un número mayor de médicos y paramédicos integrados, con computadoras personales dando los primeros pasos de autoinstrucción. El acceso a las bases de datos internacionales como la National Library of Medicine (NLM) es el tipo de actividad integradora y de resolución inmediata, dado que la primera necesidad que se enfoca por alguien que se integra al sistema es la búsqueda bibliográfica. Argentina carece de Bibliotecas importantes, y las que los son, muchas veces están desorganizadas, no por fallas de su personal que hace ingentes esfuerzos sino que, debido a restricciones presupuestarias, estructurales y deficiencia en los servicios, no disponen del material científico que necesitan los profesionales.

Durante largos períodos debieron suspenderse importantes suscripciones a revistas científicas pues las dificultades económicas hacían imposible su pago, a lo que se agrega la alarmante capacidad del correo oficial. El tradicional sistema de ordenación por fichas lleva una cantidad de energía humana que en general no es reconocida por los usuarios. Por eso la "biblioteca electrónica" vino a corregir este desfasaje.

Hoy podemos consultar desde cualquier lugar del país a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos de una manera rápida, confiable y económica a las bases de datos con información médica de primer nivel y permanentemente actualizadas.

El Hospital Belgrano fue integrante del beta test que hacia finales de la década de 1980 hicieron algunos pocos centros de nuestro país; junto a la OPS y la Universidad de Chile pusieron en forma esta herramienta de consulta científica para nuestros profesionales. Así se fue generando la cultura de las búsquedas en los médicos del Hospital y la evolución en la cantidad de búsquedas solicitadas durante los últimos cuatro años es la siguiente:

1992

1993

1994

1995

178

191

243

284

En tres años se duplicó el tráfico electrónico debido a búsquedas electrónicas en el Hospital Belgrano.


Respecto a los mensajes recibidos por correo electrónico la evolución es la siguiente:

1992

1993

1994

1995

1107

2254

2303

4281

Se duplicó el tráfico en los últimos tres, años con un gran aumento durante el año 1995 con la aparición de facilidades de acceso a Full Internet a través de distintas organizaciones públicas y privadas. El Hospital Belgrano se conectó a Full Internet el 15 de mayo de 1996 y tiene su pantalla WWW en el nodo de la OPS y en PCCP desde mediados de 1995.

El correo electrónico nos permite efectuar interconsultas con lugares remotos y a los profesionales alejados de los grandes centros mantenerse en contacto con aquellos que fueron sus formadores. Se efectúan ofrecimientos y búsquedas de trabajo, se publicitan jornadas y congresos científicos, se informa sobre las resoluciones de la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat) respecto a los efectos indeseables de las drogas o suspensión de medicamentos. Se efectúa también por este medio el Programa de Farmacovigilancia a cargo del ANMAT  que comunica instantáneamente desde distintos lugares del país los efectos colaterales indeseables de drogas o alimentos.

Como en muchos otros aspectos de la informática, podemos decir que en este aspecto el límite es la imaginación. Una disminución en los costos de las comunicaciones hará posible la fuerte expansión de la transmisión de imágenes y sonidos con lo cual se amplia el campo de posibilidades para interconsultas clínicas y de imágenes. Ya tenemos algunos centros que efectúan este tipo de consultas con lugares de excelencia dentro del país y del exterior.

En estos momentos hay una rápida expansión de la fibra óptica en distintas ciudades del país, con lo cual se pasa de centrales obsoletas con cables de cobre cubiertos en tela, oxidados y húmedo por los años, a esta moderna tecnología que nos permite una comunicación mas rápida y económica.

El equipamiento puede llegar simultáneamente a los países desarrollados y a nuestro país. Una vez más esta situación no es pareja para las distintas regiones y en algunas de ellas, se debe aún hacer un esfuerzo impresionante para capacitar los recursos humanos en el uso de las nuevas tecnologías. Esta será sin duda, la gran tarea de los próximos años.

La Red de Salud es básicamente muy cooperativa. Funciona si quien la usa, la hace funcionar y si vuelca su información al mismo tiempo que la recoge. Y así llegaremos a la comunicación en tiempo real a medida que las tarifas se adecuen a precios razonables.

Y este esfuerzo de algo mas de 10 años está dando amplios frutos; se están generando gran cantidad de listas por temas médicos afines, en foros de discusión a nivel nacional e internacional en listas como las de Salud Pública, Calidad en Atención Médica, Asma, Cardiología, Psiquiatría, Hospitales Públicos, etc. (Véase mapa red argentina en el capítulo 59).

A estos pioneros y seguramente a muchos mas que, con el riesgo de ser  injustos, mas bien por fallas de nuestra memoria que por falta de méritos, también les hacemos llegar nuestros mas sinceros agradecimientos: Alberto Barengols, Fernando López Guerra, Marcela Giussani, Adolfo Galanternik, Hugo Scolnik, Adolfo Donofrio, Pedro Collia, Julián Dunaievich, Lila Rousseaux y muchos más ...

 

MAPA RED  ARGENTINA: Septiembre 1995




 


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