Primeros pasos en la Infomatica Medica

 Primeros pasos en la Informática Médica

“La vida hiere a todos y a los que no los mata los fortalece”

                                                                       Ernest Hemingway

En muchas oportunidades me preguntaron como habían sido mis comienzos en el área de Informática Médica y qué había sido lo que me decidió por abrazar esta nueva especialidad. Me fue siempre difícil dar esta respuesta pues considero que no hay una razón única para que esto haya sucedido. Como en muchas otras decisiones en la vida quizás sean varios los motivos concurrentes.

Por ejemplo recuerdo cuando aún siendo niño escuchaba una información sobre la cantidad de fósforos que se consumían en los EE. UU. En mi imaginación pensaba que alguien contaría fósforo por fósforo. Todavía no tenía el concepto de la captura de la información en el punto adecuado: si sabíamos la producción de las fábricas de fósforos sabríamos el consumo de los mismos y no hacía falta contar uno por uno.

Una de las tareas que no pude concretar fue tener la información de una gran colección de discos de música y que varias veces intenté ordenar secuencialmente numerando las tapas de los discos. Pero al comprar uno nuevo todo ese orden se perdía. Me era imposible confeccionar una lista con los distintos cantantes de las mismas canciones por ejemplo. Si quería agregar los intérpretes y los autores la cosa se complicaba aún más. Al agregar uno nuevo toda la lista corría hacia abajo y era necesario escribir a máquina nuevamente todo el índice. Hoy sería muy sencillo para cualquier niño de escuela primaria realizar esta tarea con una computadora.

Luego de finalizar mis estudios y ya en el Hospital Ignacio Pirovano, donde me formé durante los primeros diez años de mi carrera, siempre me quedó la intriga de la utilidad que podía tener el registro que llevaban en la sección de Patología Mamaria con tarjetas perforadas. Era el comienzo de la década del 70 y sin duda la única herramienta accesible en esos momentos para nuestras posibilidades. Pero esas tarjetas perforadas no eran procesadas en ninguna computadora sino que simplemente eran clasificadas con alfileres que pasaban a través de sus orificios.

Durante más de quince años estuve totalmente absorbido por la medicina asistencial hasta que un hecho circunstancial hizo que tuviera la oportunidad de conocer las nuevas herramientas.

Ud. esta loco !!!

Este hecho circunstancial fue que el Hospital Alejandro Posadas quedaba a mitad de camino entre mi domicilio y el Hospital de Ezeiza, donde hacia mediados de la década del 80 compartía con un capacitado y magnífico grupo humano mis tareas de médico asistencial en Tocoginecología. En el Hospital Posadas se formó el Consejo Regional de Salud Materno Infantil (CRESMI) con el objetivo de desarrollar Normas de atención en perinatología según los niveles de complejidad de las distintas organizaciones.

Durante casi dos años nos reuníamos los días miércoles y fue la primera vez que pude compartir en un ámbito académico y asistencial distintas posturas y opiniones de los variados representantes que concurrían: Jefes de Servicio, Directores de Hospitales y Secretarios de Salud de Municipalidades de la zona oeste del Gran Buenos Aires.

El advenimiento de la democracia estaba dando sus frutos y aunque muchos de ellos representaban a distintas orientaciones políticas el diálogo era posible y tratábamos de consensuar las Normas para luego ser aplicadas.

Recuerdo que una de las mayores dificultades que encontramos y no pudimos solucionar era que para compartir la información, de la disponibilidad de camas por ejemplo, las redes de comunicación de los distintos efectores funcionaban en distintas bandas de frecuencia. La frecuencia del canal de sus radiotransmisiones dependía de si el Hospital era Nacional, Provincial o Municipal. Hoy fácil y económicamente se podrían compartir recursos utilizando el correo electrónico.

Entre los participantes al CRESMI había referentes de los distintos temas que se trataban. Uno de ellos fue el Dr. Collia “de Nación” como le agregábamos nosotros, para identificarlo a que jurisdicción pertenecía. Y fue él quien en esa oportunidad presentó la Historia Clínica Perinatal (HCP) del Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP). Para esa época nosotros en la maternidad del Hospital estábamos escribiendo en el reverso en blanco de una hoja de odontología, pues la falta de materiales y la escasez de recursos hacía que no tuviéramos historias clínicas para la maternidad. Ante nuestro insistente pedido al nivel central nos enviaron una camioneta llena de hojas de historias tocoginelógicas que por la terminología y los dibujos utilizados eran de tres décadas atrás. Debíamos buscar otra alternativa para mejorar nuestros registros. Pero era la HCP la alternativa correcta ?.

“Ud. está loco !!!” resonó la respuesta en la boisserie del salón de conferencias que indicaba riquezas de épocas pasadas. Mi actuación en el CRESMI podría haber terminado en ese mismo momento ya que mis ímpetus juveniles me hacían ver la realidad de que estábamos escribiendo en el reverso de un papel que no era el adecuado, que no teníamos recursos para otra cosa, y nos proponían una historia clínica para poner los datos en una computadora central. Nos ofrecían las computadoras del CUPED (Centro Unico de Procesamiento de Estadísticas y Datos) que funcionaba en los pisos superiores del Banco Hipotecario Nacional frente a la Plaza de Mayo, en pleno centro de Buenos Aires. Alguien puede imaginar cómo hacer para llevar los duplicados de las HCP desde General Rodríguez, Morón, Merlo, Haedo, Ezeiza, etc. hasta el centro de la Capital Federal, cargar los datos en la computadora central y luego volver a llevar esas HCP a sus lugares de origen ?. Mi opinión era que eso no era operativo y por tal razón fue mi comentario. Agradezco hoy que el Dr. Collia en lugar de echarme de la reunión por quizás mi impertinencia, levanto sus ojos, meditó unos segundos y calmamente dijo: “Dr., no se preocupe. Antes de 10 años Ud. va ver esta HCP en funcionamiento”.

El 1° de junio de 1990 estábamos cargando la primer Historia Clínica Perinatal del CLAP en la Pc del Hospital Manuel Belgrano.

Hay algo mejor ?

Luego de aquella presentación tuvimos como tarea mejorar en lo posible la Libreta Materno Infantil que se entrega a las futuras madres y los a los recién nacidos y que junto a la HCP y el Carné Perinatal constituyen una documentación muy valiosa para el registro de la información perinatal. Pero en esos primeros contactos con esta nueva forma de registro fui un enérgico opositor a este tipo de sistematizaciones. Estaba acostumbrado a las anotaciones literales, a escribir largos renglones y tener que llenar cuadraditos no era de mi agrado y pensaba que eran insuficientes para registrar todos los datos posibles.

En pocos meses y ante la búsqueda de otras alternativas llegué a una conclusión: no había nada mejor que la HCP para comenzar a tener un registro uniforme y compatible con estándares internacionales, que eran dos mis grandes preocupaciones.

Y como ocurre con los conversos comencé a defender con más fuerza que los convencidos a esta  nueva herramienta de trabajo. Simplemente hice esta composición de lugar: en el anverso registrar todo lo que se nos solicita y en el reverso podemos escribir todo lo que queramos agregar. Sin proponérmelo estaba utilizando lo que con el correr de los años sería una de las alternativas más válidas para los registros médicos computarizados: una parte estructurada y una parte no estructurada con posibilidades de escribir libremente.

Además la evolución de la tecnología iba a estar a mi favor. Si bien aceptaba y estaba conforme con el diseño del registro quedaba aún un gran escollo por solucionar. Dónde íbamos a cargar los datos?

Fue también durante estas reuniones del CRESMI que tuve mi primer contacto con una computadora personal. Aprovechando la presencia de representantes de distintas instituciones se recopilaron datos sobre embarazo y adolescencia para presentar en el Congreso Argentino de Pediatría que se desarrollaría en la Ciudad de Córdoba durante el transcurso de ese año. Así fue que el Jefe de Neonatología del Hospital de Morón, Dr. Díaz, trajo su computadora personal, una Commodore y un televisor, para incorporar los datos y procesarlos con un programa estadístico que había desarrollado. Ahí tuve oportunidad de ver por primera vez la velocidad con que se efectuaban los cálculos y como se facilitaba la tarea estadística con estas nuevas herramientas. Mi siguiente objetivo fue adquirir con gran esfuerzo una Commodore y comenzar un curso de computación organizado por los profesionales del Hospital Eva Perón  de la localidad de San Martín.

Con valiosas personas y amigos compartíamos esas largas mañanas en el Hospital Posadas. Con algunos de ellos, como el Dr. Mario Vernengo Lima, nos volvimos a encontrar cinco años después, en 1992, en el Primer Congreso Argentino de Informática Médica organizado por la Fundación de Informática Médica. El camino ya estaba señalado.

“Eso es lo que quiero”

Las circunstancias económicas del final de la década del 80 me llevaron a tener que tomar una determinación que no es para nada fácil: cambiar el lugar de trabajo. Cuando fuimos formados en los años 70 suponíamos que los trabajos iban a durar para toda la vida. Yo ya había tenido un cambio en 1981 y afrontar un segundo cambio me era difícil pues conocía el costo afectivo que ello trae aparejado. Pero el sueldo que cobraba en el Hospital no me alcanzaba para pagar el viaje de largos kilómetros por lo cual tenía que tomar la decisión de pedir mi traslado hasta el Hospital más cercano a mi domicilio. Allí me enteré que ese Hospital era el Manuel Belgrano.

En mi primera entrevista con la Jefa del Servicio de Tocoginecología, Dra. Graciela Manetti, la ubiqué haciendo ecografías a las 13.30 hs. Una hora poco habitual que los Jefes estén trabajando cuando son hospitales que desarrollan su actividad sólo por la mañana. De ahí pasé a hablar con el Director, quien también estaba en el hospital. Mientras caminaba por sus pasillos me llamaba la atención la limpieza que observaba en los mismos. Daba la sensación que “algo” era distinto a todo lo demás que yo conocía.

Comencé mis tareas en el Hospital Belgrano en octubre de 1989 atendiendo en la Sala y en los diversos consultorios y en las distintas secciones en que estaba dividida la Maternidad: Consultorio Normal, Alto Riesgo, Adolescentes, Infanto Juvenil y otros. Los mismos problemas de registro existían también aquí.

El Departamento de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de la Nación había enviado por aquéllos años un sobre con la información de la existencia de la Historia Clínica Perinatal a todas las maternidades del país. Ante mi comentario de su existencia y de la posibilidad de mejorar los registros implementando la HCP del CLAP, la pregunta de la Dra. Graciela Manetti fue la siguiente: “¿Y vos te animarías a hacerlo?”. “Si, pero vas a tener un problema. Va a empezar a aparecer información y esta puede ser mala o ser buena”, le contesté. “Eso es lo que quiero porque si es mala podemos empezar a mejorarla” me dijo.  En ese momento me di cuenta que el proyecto era realizable.

Teníamos acceso a una PC durante 2 horas por día con lo cual estaba asegurada la herramienta informática. Pero poner en funcionamiento un proyecto de este tipo no es sólo contar con computadoras. A partir de diciembre de 1989 comenzamos a actualizar las Normas de Atención de la Maternidad y a adoptar la terminología internacional. Las Normas eran consensuadas entre los integrantes del Servicio y luego personalmente las transcribía en mi domicilio en la Commodore 64 con el programa Easy Script. Esta tarea duró tres meses. A partir de marzo de 1990 comenzamos con talleres de capacitación sobre el llenado de la H. C.P. a los Médicos Residentes, Médicos de Guardia, de Planta y Obstétricas y recibimos el apoyo de los Dres. Biedac y Duverges quienes realizaron una presentación y un Taller en conjunto con las áreas de Obstetricia y Neonatología. Recién luego de 6 meses de comenzar el proyecto, el 1° de junio de 1990, introducía los datos de la primera historia perinatal a la Pc del Hospital Belgrano y continuamos en forma ininterrumpida hasta el día de hoy teniendo 8.000 nacimientos cargados.

En 1996 tuvimos la oportunidad de publicar un trabajo presentando el análisis de la información sobre los indicadores de calidad en 6000 nacimientos en la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Buenos Aires obteniendo el Premio en las XIV Jornadas de la especialidad.

La implementación de la Historia Clínica Perinatal informatizada es un paso importante en la tarea de modernizar los procedimientos de registros médicos con el fin de obtener información y mejorar la calidad en la atención de los pacientes que concurren al mismo. Queríamos obtener información perinatal en forma rápida, actualizada y en el propio lugar de trabajo. No es exagerado afirmar que la informática está al servicio de la comunidad aún dentro del vientre de la futura madre. Compartimos plenamente este aspecto de la Informática Social diciendo que la computación está al servicio de la vida.

El Hospital Manuel Belgrano se encuentra ubicado en la Ciudad de San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Posee 166 Unidades de Internación con un modelo organizacional por Cuidados Progresivos de Pacientes desde el año 1985 y el plantel propio es de 504 personas. La Maternidad cuenta con 24 unidades de internación y el Servicio de Emergencias se encuentra preparado para la atención de víctimas en masa. Su área programática es de 160.000 habitantes en su mayoría con necesidades básicas insatisfechas tal como ocurre en muchos otros lugares del Gran Buenos Aires. Además es centro receptor de una gran variedad de patologías perinatales y en los 5 años que abarcó este estudio ha recibido pacientes embarazadas de más de 35 establecimientos de la zona norte y oeste del Gran Buenos Aires como así también pacientes asistidas en otras partes del país.

La Historia Clínica Perinatal del Centro Latinoamericano de Perinatología  cuenta con 153 variables que se introducen al computador y para ello se pueden utilizar los programas del SIP (Sistema Informático Perinatal) en sus diferentes versiones o utilizar la Base de Datos Perinatológica AGUSTINA v:5.0/1. AGUSTINA surgió como respuesta a la necesidad de contar con un sistema que combinara un estándar como consideramos a las variables del Sistema Informático Perinatal (SIP)  junto a un programa con un lenguaje de programación de base de datos moderno, abierto al usuario para responder también a sus propias necesidades y con capacidades gráficas superiores. Respeta 100 % el módulo de estadísticas básicas del SIP. El formato de entrada de datos es tipo multipantalla con menúes pulldown. También permite exportar datos a cualquier otro programa como Epi-Info, otros paquetes estadísticos, planillas de cálculo, etc. Se pueden crear sub bases de acuerdo a nuestras necesidades, importar textos, imágenes, etc. Mereció en el año 1993 el reconocimiento del Instituto Smithsoniano de Washington (EE. UU.) como una de las mejores aplicaciones de software para la salud.

Con la implementación del Sistema Informático Perinatal teníamos la información en la punta de los dedos.

Por día, por semana, por mes y por año teníamos  la cantidad de nacimientos ocurridos.

Los datos se comenzaron a recoger en forma sistematizada a diferencia de la etapa anterior cuando se recogían en forma discontinua y no sistematizada.

Otro aspecto que creemos de importancia fue la necesidad de establecer las estaciones que debe recorrer la HCP, las cuales deben adecuarse a las modalidades de cada Institución. En nuestro Hospital el recorrido de la HCP quedó establecido de la siguiente manera: se efectúa la apertura de la HCP en Consultorios Externos, en el Servicio de Emergencias y en los Centros de Salud. Si ocurre el nacimiento se ingresan los datos en la computadora y se envía la HCP al archivo.

Las dificultades que encontramos en su implementación fueron la resistencia al cambio por parte de los profesionales y obstétricas de la Maternidad. Fueron necesarios tres meses de adiestramiento continuo y de persuasión para poder comenzar a volcar los datos a la base de datos AGUSTINA. Una vez que los profesionales comenzaron a ver que era posible obtener información en forma instantánea y tenerla en la “punta de los dedos” rápidamente se convencieron de las ventajas de la nueva herramienta de trabajo.

Se pudo determinar en foma automática el lugar donde viven las embarazadas atendidas, donde recibieron la atención de consultorios externos, su clasificación por grupos etarios, estado civil, etc. Toda esta información no existía cuando se realizaba manualmente.

Pudimos identificar al Centro de Atención Primaria encargado de la atención de las embarazadas, lo cual llevó a una intercomunicación fluida y sistematizada con los mismos para disminuir las pacientes sin control o con control prenatal insuficiente.

El grupo por edades permitió determinar el porcentaje de madres adolescentes y poder desarrollar programas de educación para la salud en escuelas, centros de salud y la creación del Consultorio de Ginecología Infanto Juvenil.

El estado civil nos mostró un 57 % de madres solteras y en unión estable. Esto nos llevó a dar un mayor impulso y accesibilidad al Consultorio de Planificación Familiar.

Del análisis de los datos de la HCP hemos obtenido la información  que las madres con cero control prenatal tienen un 65.5 por mil de mortalidad perinatal y las madres con 9 o más controles prenatales esa mortalidad baja a cero. Sin duda la importancia del control prenatal queda corroborado con estas cifras y comenzamos con acciones en terreno de los médicos generalistas de nuestro Hospital para la captación de las embarazadas y promover el control del embarazo.

La mortalidad perinatal I se triplica en la población de madres mayores de 35 años. Esto nos llevó a implementar medidas para facilitar la accesibilidad al sistema a las madres añosas, creando consultorios especiales para ellas.

Se pudieron identificar conductas que no  respetaban las Normas de atención mediante el análisis de los resultados  del chequeo de subregistros. Es de fundamental importancia la realización de los controles de subregistros porque es lo que le da validez a la información que se presenta. Se pueden realizar en todos los campos de la Historia Clínica Perinatal con cortes de fecha y el resultado se entrega en 6 pantallas con la cantidad de datos faltantes y su porcentaje.

Observamos que durante los años 1990, 1991 y 1992 la cantidad de datos faltantes es menor pues existía un seguimiento permanente de la HCP del cual estaba a cargo. Durante los años 1993 y 1994 se deja evolucionar espontáneamente el llenado de la HCP creyendo en su automaticidad y observamos un mayor porcentaje de datos faltantes. Las variables desmejoradas en el control de llenado durante estos dos años nos indica que los proyectos siempre deben tener un responsable a cargo del mismo y que éstos no evolucionan por sí solos. En el año 1995 retoma el seguimiento estricto la Jefa del Servicio de Tocoginecología  y se nota una mejora importante en el llenado de la HCP.

Esta información nos permite determinar que el lugar de mayor conflicto en el llenado de la HCP es en Consultorios Externos (falta de talla y peso maternos p. ej.) y es allí donde  debemos ejercer una tarea de docencia permanente. 

Los datos de Mortalidad Perinatal, fecha y vía de terminación del parto (porcentaje de cesáreas), y peso del RN están totalmente validados pues su falta de llenado es cero. Otros como el peso y la talla maternas, el grupo sanguíneo, la serología para sífilis, el número de consultas, y la hora del parto están más completos en 1995 que en los 2 años anteriores por el seguimiento permanente de la HCP.

Con el uso de la tecnología apropiada pudimos automatizar, almacenar, procesar y recuperar y difundir los datos y la información, lo que nos permitió ampliar nuestros conocimientos y pudimos efectuar una racional y oportuna toma de decisiones.

Al tener sistematizada la información mejora considerablemente la posibilidad de intercambio de datos entre las distintas secciones de la Maternidad. Efectuamos un reporte anual con toda la información proveniente de los distintos consultorios y con la información perinatológica proveniente de la base de datos. Antes de la implementación del Sistema no existía esa información, pues debía recogerse manualmente del Libro de Nacimientos lo que hacía que la información no llegara o llegara en forma lenta y poco confiable.

Ante esta incertidumbre que ocurría antes de informatizar la Historia Clínica comenzamos luego de implementar el Sistema Perinatológico a tener información dura, rápida, y generada en el propio lugar de trabajo.

Pudimos disminuir el índice de cesáreas que había aumentado considerablemente durante el año 1993 mediante el control de las indicaciones y el aumento en la capacitación y en la experiencia médica.

Respecto a la Mortalidad Fetal Tardía  y  Neonatal Precoz hemos observado que gracias a las acciones tomadas de trabajo en terreno y a un programa de capacitación permanente de los médicos obstetras y neonatólogos que atienden el parto había descendido:

La puesta en marcha de la Historia Clínica Perinatal del CLAP permitió en la Maternidad actualizar las Normas de Atención, implementar la terminología perinatal interna­cio­nal, sistematizar la recolección de los datos obsté­tri­cos y neo­­na­to­lógicos, poder implementar medidas de acción en terreno y programas de capacitación permanente para mejorar el control y la asistencia de la embarazada y nos brindó la posibilidad de tener una información rápida y confiable en el propio lugar de trabajo para efectuar una toma oportuna en las decisiones.

Con la finalidad de instaurar un sistema de evaluación permanente fue preciso previamente implementar un sistema de recolección de datos, de sistematización y de salida de la información.

Este sistema de evaluación permitió organizar, coordinar, planificar actividades y programas de acción, no sólo al informar sobre la demanda de prestaciones sino también sobre la oferta de la atención médica en cantidad y calidad de un Servicio Hospitalario Público.

Permitió utilizar eficientemente los recursos disponibles al dar información de la productividad del organismo asistencial, e investigar la realidad epidemiológica local para poder prever la demanda futura y estar en condiciones de satisfacerla.

Con los beneficios de la Base de Datos Perinatológica, el Servicio de Maternidad logró alcanzar alta complejidad en la atención prenatal, siendo centro de recepción de patología obstétrica y neonatal, como así también, en ser el primer Servicio de la Zona Norte de la Provincia de Buenos Aires que se encuentra normatizado e interrelacionado normativa y estadísticamente con los Centros de Atención Primaria de su área de programa. Estos hechos nos llevan a lograr una atención médica regionalizada y nos permite una mejor utilización de los recursos y una mejor calidad en la atención médica.

Sólo la existencia de información puede cerrar el ciclo y permitir hacer los ajustes necesarios en las tomas de decisiones para que se originen actividades cada vez más eficientes de acuerdo al principal objetivo planteado: disminuir la morbimortalidad perinatal en Argentina.

En febrero de 1997 recibimos la Resolución N° 856 firmada por el Sr. Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires que da por finalizada aquéllas discusiones del comienzo: si este tipo de registros tenían o no validez legal. La misma dice lo siguiente:

                                                                                                          23 de Enero de 1997

Visto

La necesidad de implementar un Sistema de Información Perinatal a efectos de mejorar las condiciones de información asistencial y preventiva de la mujer embarazada y del recién nacido en el territorio de la Provincia de Buenos Aires.

Resultando

Que es facultad de este Ministerio dictar las Normas que regulan la información en el área de salud.

Que dentro de este Ministerio funciona el Programa Materno Infantil.

Que el Programa Materno Infantil considera necesario implementar un sistema único de registros en el área perinatal.

Que esta información debe ser detallada y completa, con cobertura total y en tiempo útil para la detección de factores de riesgo. La cuantificación de los daños a la salud, la evaluación de la asistencia perinatal, la planificación de actividades y la asignación de recursos.

Que la Historia Clínica Perinatal Base y el Sistema Informático Perinatal desarrollados por el Centro Latinoamericano de Perinatología dependiente de la Organización Panamericana de la Salud y la Libreta Sanitaria Materno Infantil desarrollada en nuestra provincia son instrumentos que cumplen con los requisitos necesarios como registros perinatales.

Que La Historia Clínica Perinatal Base y el Sistema Informático Perinatal integran la Propuesta Normativa Perinatal, aprobada por resolución Nro 856 (SS) dentro del marco del PROGRAMA NACIONAL DE GARANTÍA DE CALIDAD DE LA ATENCIÓN MEDICA..

Considerando

La necesidad de aplicar nuevas técnicas del más alto nivel científico con el cometido fundamental de estructurar dentro del Programa Materno Infantil una correcta asistencia del embarazo, parto, puerperio y del niño que permita un descenso de los índices de morbimortalidad materna, perinatal y pediátrica.

                                               EL MINISTRO DE SALUD

                                                           RESUELVE

1- Declarar el uso obligatorio de la Historia Clínica Perinatal Base desarrollada por el CLAP y sus formularios complementarios. Estos registros deberán ser utilizados por todas las instituciones donde se realice la asistencia Prenatal, del Parto y del Niño.

2- Declarar el uso obligatorio de la Libreta Sanitaria Materno Infantil. La misma deberá ser utilizada por todas las Instituciones donde se realice la asistencia Prenatal, del Parto y del Niño.

3- Estos instrumentos serán considerados como válidos por los departamentos de estadísticas quedando abolido todo otro formulario de registro de hechos perinatales que duplique la información contenida en la Historia Clínica Perinatal Base.

4- La información proveniente de estos registros deberá ser brindada a los organismos públicos encargados de la elaboración y ejecución de programas sociales.

5- La información estadística proveniente de estos registros podrá ser intercambiada con otros organismos Nacionales, Provinciales, Municipales, Públicos y Privados.

6- Regístrese, comuníquese a quienes corresponda y archívese.

Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires: Dr. Juan José Mussi

 

Siete años antes habíamos comenzado nuestra tarea y este ejemplo de la Perinatología puede trasladarse a otras especialidades. Siguiendo las mismas ideas fuerza se pueden concretar proyectos no costosos y de gran beneficio para la comunidad.

A los pocos meses de comenzar con la Base de Datos Perinatológicas mis responsabilidades fueron aumentadas y empecé a colaborar en la tarea de informatizar el Hospital sin “morir en el intento”. 

           


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