La Sociedad de la Información

La Sociedad de la Información

1998

En la Sociedad de la Información aparecen nuevas formas de vivir y trabajar juntos. En todo el mundo las tecnologías de la información están generando una nueva revolución que ya puede considerarse tan importante y profunda como sus predecesoras. Es una revolución basada en la información, la cual es en sí misma expresión del conocimiento humano. Hoy en día, el progreso tecnológico nos permite procesar, almacenar, recuperar y comunicar información en cualquiera de sus formas - oral, escrita o visual -, con independencia de la distancia, el tiempo y el volumen.

Esta revolución dota a la inteligencia humana de nuevas e ingentes capacidades, y constituye un recurso que altera el modo en que trabajamos y convivimos. Es la primera vez en la historia de la Humanidad que podemos observar una inversión en el flujo del conocimiento ya que es común observar que los hijos enseñan a los padres, y esto provoca un mayor grado de ansiedad en los adultos pues muchas veces no toleran que sus hijos manejen una herramienta que ellos no saben utilizar.

Todas las revoluciones traen consigo incertidumbre, rupturas y oportunidades. La presente no es una excepción. El modo en que reaccionemos, nuestras posibilidades de convertir las oportunidades en beneficios reales, dependerá de nuestra sensibilidad para adaptarnos a esta nueva sociedad de la información.

Para los ciudadanos nos cabe esperar poder tener una comunidad más solidaria, con una calidad de vida sensiblemente superior y una mayor variedad de servicios y entretenimientos.

Para las regiones habrá nuevas oportunidades de manifestar sus tradiciones culturales y su identidad, las regiones situadas en la periferia geográfica de los  países verán reducirse la distancia y el aislamiento.

Para los gobiernos y las administraciones cabe esperar poder tener servicios públicos más eficaces, transparentes y dialogantes, más próximos al ciudadano y con costos inferiores.

Para las economías regionales y las pequeñas y medianas empresas una gestión y organización más eficaces, acceso a la información y a otros servicios, intercambio de datos con clientes y proveedores, que redundarán en una mayor competitividad.

Para los operadores de telecomunicaciones la capacidad de ofrecer un número superior de nuevos servicios de valor añadido.

Para los proveedores de equipos y soporte y para las industrias de la informática y de la electrónica la posibilidad de tener nuevos mercados de crecimiento vigoroso para sus productos.

El desafío social ante la presencia extendida de nuevos instrumentos y servicios de información ofrecerá interesantes oportunidades de construir una sociedad más justa y equilibrada y de favorecer la realización personal. La sociedad de la información cuenta con el potencial de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, de aumentar la eficacia de nuestra organización social y económica y de reforzar la cohesión.

La revolución de la información propicia transformaciones profundas en nuestro modo de concebir nuestras sociedades, en su organización y en su estructura. Esto nos plantea un gran desafío: o aprovechamos las oportunidades que se nos ofrecen y hacemos frente a los riesgos, o nos doblegamos, con toda la incertidumbre que ello puede traer consigo. El principal riesgo reside en la creación de una sociedad de dos velocidades, compuesta por los que tienen y los que no tienen nada, en la cual sólo una parte de la población tenga acceso a la nueva tecnología, la maneje con soltura y goce plenamente de sus beneficios. Existe el peligro de que algunas personas rechacen la nueva cultura de la información y sus instrumentos.

Este riesgo es consustancial al proceso de cambio estructural. Debemos afrontarlo tratando que las personas se convenzan de que las nuevas tecnologías ofrecen la perspectiva de un gran paso en pos de una sociedad menos sujeta a la rigidez, la inercia y la compartimentación. Agrupando recursos que tradicionalmente se encontraban dispersos, e incluso distantes entre sí, la infraestructura de la información desencadena un potencial ilimitado de adquirir conocimiento, innovación y creatividad.

Debemos encontrar el modo de controlar los riesgos y elevar los beneficios al máximo. Esto plantea a las autoridades públicas la responsabilidad de establecer salvaguardias y de garantizar la cohesión de la nueva sociedad. Deberá garantizarse a todos un acceso equitativo a la infraestructura, al igual que la prestación de un servicio universal, cuya definición debe ir de la mano de la evolución tecnológica. Debe ponerse gran empeño en garantizar una amplia aceptación pública y un uso real de la nueva tecnología. Preparar a los ciudadanos para el advenimiento de la sociedad de la información es una tarea prioritaria. La educación, la formación y la promoción desempeñarán necesariamente un papel fundamental. Debemos tener el derecho a una educación y formación continuada a lo largo de toda la vida y encuentra en esta temática una justificación plena. A fin de aumentar la concientización deberán fomentarse iniciativas regionales y locales, ya sean públicas o privadas.

La llegada de la sociedad de la información viene acompañada de cambios en la legislación laboral y de la aparición de nuevas profesiones y capacidades. El diálogo permanente entre los interlocutores sociales será de suma importancia a fin de anticipar y gestionar la inminente transformación del lugar de trabajo. Este esfuerzo concertado deberá reflejar las nuevas relaciones que el cambio del entorno hará surgir en el mundo laboral.

El mundo en su globalización está cambiando, y va en interés nuestro aprovechar esta oportunidad. La infraestructura de la información puede constituir un instrumento extraordinario al servicio de los ciudadanos, y puede beneficiar a nuestra sociedad para reflejar los valores originales, y a menudo únicos, en los que se asientan y que dan sentido a nuestras vidas.

En último término, las ventajas que aportan las nuevas herramientas, así como el éxito global de la sociedad de la información, dependerán de la contribución de nuestra población, tanto individualmente como en colaboración. Estoy convencido que podemos participar en este desafío.

Nuevos mercados en la sociedad de la información

 La información posee un efecto multiplicador que alcanzará a todos los sectores económicos. Con tarifas determinadas por el mercado, aparecerán gran número de nuevos servicios y aplicaciones informáticas:

- desde servicios de costo elevado, cuyos precios se justificarán por el valor de los beneficios que traerán consigo, hasta productos de precio económico destinados al consumo masivo.

- desde servicios a la comunidad empresarial, que podrán adaptarse a las necesidades de cada usuario concreto, hasta paquetes estándar que se venderán en grandes cantidades y a bajo precio.

- desde servicios y aplicaciones que emplean la infraestructura, los periféricos y los equipos existentes (redes telefónicas y de televisión por cable, sistemas de radio comunicación, computadoras personales, lectores de discos compactos y aparatos de televisión corrientes), hasta los que se prestarán mediante las nuevas tecnologías a medida que se vayan implantando, como la fibra óptica y la banda ancha integrada.

Muchas de las grandes y pequeñas instituciones y los usuarios profesionales ya se encuentran en la vanguardia del aprovechamiento de las nuevas tecnologías para aumentar la eficacia de sus sistemas de gestión y producción. Y se avecinan cambios aún más radicales de la organización y los métodos empresariales. Hay instituciones que aún no aprovechan plenamente el potencial de reorganización interna y de adaptación de las relaciones con los proveedores, contratistas y clientes. En los mercados empresariales, la teleconferencia constituye un buen ejemplo de aplicación que valdría la pena fomentar, así como se están dedicando grandes esfuerzos en todo el mundo por perfeccionar el telecomercio y el intercambio electrónico de documentos (EDI).

Ambas aplicaciones ofrecen tal número de ventajas, en cuanto a costos y tiempo, con respecto a los métodos tradicionales, que los procedimientos electrónicos, una vez que comiencen a aplicarse, se convertirán en el modo preferido de realizar actividades comerciales. Según algunas estimaciones, el costo de tramitar un pedido electrónico representa una décima parte del costo de tramitar su equivalente en papel; un mensaje de correo electrónico (e-mail) resulta más rápido, más fiable y un 95 % más barato que un fax. Los sistemas de pago electrónico ya están anunciando una sociedad sin dinero en metálico en algunas regiones del mundo.

Las pequeñas y medianas instituciones deberán gestionar mejor tanto la información como los recursos de gestión. Deben estar conectadas a redes de fácil acceso y rentables, que ofrezcan información sobre nuevos productos y mercados. La competitividad de toda la estructura saldría beneficiada si sus relaciones con las empresas de mayores dimensiones se basaran en las nuevas tecnologías.

Las relaciones a través de redes con universidades, centros de investigación y laboratorios permitirán mejorar más aún sus perspectivas, pues ayudarán a remediar sus deficiencias crónicas en investigación y desarrollo. Las redes harán también posible reducir el aislamiento de las pequeñas instituciones ubicadas en regiones menos favorecidas y ayudarán a actualizar sus productos y a encontrar mercados más amplios.

Para los consumidores y usuarios se prevé que surjan en estos mercados gran cantidad de servicios, desde el banco a domicilio y la televenta hasta la teleambulancia y además de una variedad casi ilimitada de entretenimientos a elección. En Estados Unidos más del 60 % de los hogares cuentan con sistemas de televisión por cable, que también podrían transmitir servicios de texto y datos. En Europa, tan sólo el 25 % dispone de estos servicios, y esta cifra enmascara las grandes diferencias que existen entre países: por ejemplo, entre Bélgica (92%) y Grecia (1-2%)

En los medios audiovisuales la abrumadora predominancia del inglés en el mercado mundial, refleja el liderazgo estadounidense en la producción y en la distribución de estos productos. Este liderazgo, que empieza con el cine y continúa con la televisión, se extenderá probablemente a los nuevos ámbitos audiovisuales. Sin embargo, una vez que los productos sean fácilmente accesibles para los consumidores, habrá mayores oportunidades para la expresión de la multiplicidad de culturas y lenguas que existen.

Interconexión e interoperabilidad

Estos dos aspectos son fundamentales para la implantación de la infraestructura necesaria para una sociedad de la información: una conexión sin fisuras entre redes y la posibilidad de que los servicios y aplicaciones prestados a través de las redes funcionen conjuntamente (interoperabilidad).

En el pasado, la voluntad política de conectar entre sí las redes telefónicas permitió establecer cientos de millones de conexiones de abonados en todo el mundo.

La sociedad de la información está surgiendo en multitud de aspectos. La infraestructura se está transformando en un tejido cada vez más denso de redes, servicios genéricos, aplicaciones y equipos, cuyo desarrollo, distribución y mantenimiento ocupará a gran cantidad de empresas de todo el mundo.

En una infraestructura de la información eficaz y en expansión, estos componentes deben trabajar juntos. Ensamblar los diversos componentes de este complejo sistema para lograr la interoperabilidad sería labor imposible sin convenciones claras. Estas convenciones son las Normas o estándares. Las Normas de sistemas abiertos desempeñarán un papel fundamental en la construcción de una infraestructura de la información.

Los operadores, responsables de la contratación pública e inversores deben adoptar soluciones abiertas y basadas en Normas a la hora de crear y adquirir servicios informáticos, a fin de alcanzar la interoperabilidad global. Debe fomentarse y garantizarse una interoperabilidad de ámbito mundial. La reducción de las tarifas internacionales, de larga distancia y de alquiler de líneas dará lugar a la expansión del uso de las infraestructuras, lo que generará beneficios adicionales e impulsará simultáneamente los servicios genéricos y las aplicaciones innovadoras.

Al establecerse la prestación competitiva de servicios e infraestructuras, los operadores de telecomunicaciones podrán ajustar sus tarifas a la situación del mercado. En este proceso, equilibrar las tarifas internacionales y de larga distancia con las tarifas locales constituye una medida fundamental.

Todos cuantos participan en la construcción de la sociedad de la información deben ser capaces de adaptar sus estrategias y establecer alianzas que les permitan contribuir y al mismo tiempo beneficiarse del crecimiento global en este ámbito. En un entorno de mercados abiertos, las infraestructuras de la información no tienen fronteras; la sociedad de la información tiene un carácter fundamentalmente mundial.

Consecuencias positivas para todos

Las respuestas señaladas a los desafíos que plantea la implantación de la sociedad de la información resultarán beneficiosas para cuantos participen en su creación y hagan uso de sus posibilidades. Los operadores de telecomunicaciones, distribución por cable y satélites se encontrarán en condiciones de aprovechar plenamente las oportunidades del mercado que juzguen propicias y de aumentar su cuota de mercado. Las industrias proveedoras de servicios y contenidos de información podrán ofrecer productos innovadores a precios atractivos. Los ciudadanos y los usuarios disfrutarán de una mayor variedad de servicios en competencia. Los proveedores de equipos y soporte lógico de telecomunicaciones verán ampliarse su mercado.

 En los países que ya han optado por una liberalización más rápida, los mercados nacionales se están ampliando con rapidez, ofreciendo nuevas oportunidades a los operadores de telecomunicaciones, a los proveedores de servicios y a la industria.

Los elementos constitutivos de la sociedad de la información

Los sistemas de comunicaciones, combinados con las tecnologías de avanzada de la información, son las claves de la sociedad de la información. Las limitaciones temporales y espaciales han desaparecido gracias a las redes (por ejemplo, teléfonos, satélites, cables) que transmiten la información, los servicios básicos (por ejemplo, el correo electrónico, el video interactivo) que permiten utilizar las redes y las aplicaciones (por ejemplo, la enseñanza a distancia, el teletrabajo) que ofrecen soluciones específicas para grupos de usuarios.

La red telefónica tradicional se encuentra en plena mutación. Surgió como vehículo universal para la voz, pero ahora debe satisfacer las necesidades de comunicación de una economía moderna, que van más allá de las meras llamadas telefónicas.

Los servicios multimedia que se suministran a través de estas redes serán el soporte de todas las actividades laborales y de ocio. La aplicación de las técnicas digitales sofisticadas de las que disponemos en la actualidad, como la compresión de imágenes y la transmisión de señales digitales, permitirá fácilmente que estas redes satisfagan la demanda generalizada de información individual interactiva y de utilizaciones recreativas.

Los satélites se emplean fundamentalmente para la retransmisión televisada, la observación terrestre y las telecomunicaciones. La ventaja crucial de los satélites es su gran cobertura geográfica, sin la necesidad de implantar redes terrestres, que representan un costo elevado. Los satélites tienen grandes ventajas cuando se trata de poner las comunicaciones avanzadas al servicio de zonas rurales o aisladas.

Se abren las telecomunicaciones

La principal institución internacional de la década de los 90 es la Organización Mundial del Comercio (OMC). Allí se sellaron los tratados de Viena de la globalización. El 15 de febrero de 1997 se acordó en la OMC la nueva estructura de competencia de la vanguardia tecnológica del capitalismo globalizado de fin de siglo: la desregulación de las telecomunicaciones. El núcleo del acuerdo consiste en la aceptación por parte de 70 países, que representan el 90 % de la facturación internacional de las comunicaciones, lo que asciende a 660.000 millones de dólares, de los valores, reglas y procedimientos de los EE. UU.

El acuerdo otorga poder a la OMC para revisar dentro de las fronteras de los 70 signatarios la efectividad y celeridad con que cumplen lo pactado. Si no desmantelan con entusiasmo las regulaciones de ese sector de sus economías nacionales, serán sancionados por la organización internacional. El acuerdo global sobre telecomunicaciones significa el definitivo desvanecimiento de la noción de comercio internacional. Terminó la etapa de desarrollo capitalista en que las transacciones externas eran de frontera a frontera y se frenaban en las aduanas. Ahora, el núcleo de la globalización se decide en las Normas internas. Lo que está en discusión es el corazón de los sistemas políticos y las instituciones nacionales. El reloj del capitalismo giró una vuelta completa.

Tras el acuerdo de Ginebra se prevé que el negocio de las telecomunicaciones se duplicará (o triplicará) en los próximos 10 años, con una explosión  de crecimiento del tráfico global y una caída del 80 % en el costo de las tarifas internacionales.

Los 600 millones de líneas telefónicas que existen en el mundo se multiplicarán por dos (o por tres) antes de terminar la primera década del siglo XXI. Esto requiere en ese período 60.000 millones de dólares anuales de inversiones en el mundo en desarrollo.

Lo pactado en Ginebra proyecta, acelera y cataliza una tendencia previa a la baja de costos y a la multiplicación de servicios. Una conversación telefónica diurna de 10 minutos entre los EE. UU. y Gran Bretaña costaba 40 dólares en 1945 (340 de los actuales). Hoy vale 11 dólares. Dentro de 10 años el precio será la tercera parte o menos. En 1997 son 52 millones los usuarios de telefonía celular en el mundo. Se multiplicarán por cinco en el 2000: 250 millones. Otras estimaciones dicen que esta cifra es demasiado modesta: prevén 350 millones de usuarios en tres años.

En diciembre de 1996, a impulso de Washington, la OMC firmó un acuerdo preliminar para eliminar en el 2000 la totalidad de los aranceles sobre tecnología informática.

Las telecomunicaciones y la informática (fibra óptica, digitalización, computación) son la infraestructura tecnológica de la globalización. Es lo que permite tomar decisiones estratégicas en tiempo real y a escala global en el sistema integrado transnacional de producción: 40.000 empresas mundiales con 240.000 asociadas o afiliadas. Son el vector estructural de la época.

Se requieren nuevos servicios básicos

Hacen falta nuevos servicios básicos, tales como el correo electrónico, la transferencia de ficheros y los multimedia interactivos. Este tipo de servicios requiere básicamente de dos elementos: Normas inequívocas y una masa crítica. El atractivo de un servicio de telecomunicaciones depende directamente del número de los demás usuarios compatibles. Así pues, un sistema nuevo no puede llegar a despegar realmente hasta que no se haya suscrito a él un cierto número de clientes. Una vez lograda esta masa crítica, la tasa de crecimiento puede aumentar en forma espectacular, como ha ocurrido en el caso de INTERNET.

INTERNET está basada en una red mundial de redes sin planificación central; INTERNET no tiene propietario. Sin embargo hay unos 40 millones de usuarios en más de 100 países. INTERNET ofrece un servicio de correo electrónico, debates, información y mucho más.

Una de las consecuencias inmediatas de la utilización de estas nuevas herramientas es la desaparición de las barreras burocráticas. Hoy podemos tener acceso a un Premio Nobel si éste lee diariamente su correo electrónico en la computadora personal y en cualquier parte del mundo en que se encuentre. Con el método tradicional debíamos dictar una carta a nuestra secretaria, leerla, corregirla, hacer un sobre, ir al correo postal y enviarla. Al llegar al destinatario, la misma era abierta por una secretaria y quizás debía pasar por otro control antes de llegar al destinatario real. Hoy en día escribimos nuestro mensaje casi informalmente y es recibido instantáneamente en la otra parte del globo por el destinatario. Dependerá de lo atractivo o interesante del mensaje para que su respuesta sea inmediata con solo apretar una tecla. A esto le podemos agregar la transmisión de imágenes, sonidos, videotapes, etc. Un ejemplo de este tipo de interrelaciones es que pudimos publicar un trabajo en el Hospital Manuel Belgrano junto con investigadores de la Universidad de John Hopkins en los EE. UU., habiéndose hecho los contactos y la transmisión de los datos a través del correo electrónico.

Abriendo el camino: aplicaciones para lanzar la sociedad de la información

Hoy en día la tecnología va en busca de aplicaciones. Al mismo tiempo, aumentan las necesidades de soluciones basadas en información inteligente. La reducción de las tarifas facilitará la creación de nuevas aplicaciones y de este modo resolverá la actual infrautilización de la capacidad. Por dar un ejemplo, las líneas de voz funcionan, por término medio, unos 20 minutos por cada 24 horas, y algunos servicios de valor añadido sólo trabajan al 20 % de su capacidad.

Función demostrativa

Las iniciativas en forma de aplicaciones experimentales son la forma más eficaz de responder a la lentitud con la que reaccionan la demanda y la oferta. Estas aplicaciones tienen una función de demostración que contribuye a promover un uso más generalizado; constituyen un primer banco de ensayo para los proveedores, que pueden ajustar sus aplicaciones en función de las exigencias de los usuarios, y pueden servir de estímulo a los usuarios avanzados.

Es necesario conseguir que las administraciones locales, metropolitanas y regionales intervengan en su desarrollo. Las ciudades pueden desempeñar una función de extraordinaria importancia, generando una demanda inicial, y concientizando a los ciudadanos en cuanto a las ventajas de los nuevos servicios. En determinados casos, las administraciones locales podrían poner de manifiesto los beneficios asumiendo el papel de primer usuario a gran escala.

Estas iniciativas no son proyectos piloto en el sentido tradicional. Su objetivo es poner a prueba el valor para el usuario, así como la viabilidad económica de los sistemas de información. Es posible señalar iniciativas que generarán rápidamente nuevas aplicaciones y mercados, a la vez que repercuten positivamente sobre la creación de puestos de trabajo y de empresas.

Las aplicaciones prioritarias pueden dividirse en dos bloques principales, según el destinatario final:

_ el mercado personal - hogareño (aplicaciones interactivas y transaccionales relacionadas con la telecompra, las operaciones bancarias a distancia, el esparcimiento, el ocio);

_ las aplicaciones empresariales y sociales.


Estas aplicaciones prioritarias han de responder a una serie de objetivos macroeconómicos:

- el fortalecimiento de la competitividad industrial y el fomento de la creación de empleo;

- el fomento de nuevas formas de organización del trabajo;

- la mejora de la calidad de vida y del medio ambiente;

- la respuesta a las necesidades sociales y una mayor eficacia de los servicios públicos.

El Teletrabajo

El camino que es probable que se recorra en los próximos años nos ofrecerá un escenario muy distinto al que hemos observado durante el Siglo XX. El fomento del teletrabajo en casa y en oficinas satélite de manera que no sea necesario desplazarse largas distancias para ir al trabajo planteará inclusive una nueva manera de relacionarnos. Desde esos lugares, será posible conectarse electrónicamente con cualquier entorno profesional independientemente del sistema utilizado.

De hecho esto ha ocurrido durante el último terremoto en la Ciudad de Los Angeles cuando se utilizó al máximo la posibilidad del teletrabajo para no congestionar las rutas debido a la destrucción de las grandes autopistas por el fenómeno natural. Esta experiencia hoy la están viviendo a diario unos 10.000.000 de norteamericanos.

El Teletrabajo es una realidad en continuo crecimiento en varios países de Europa: 100.000 italianos, 500.000 ingleses, 200.000 franceses, 150.000 alemanes no dicen “me voy a trabajar” porque el trabajo está en su casa. Un informe de la Unión Europea prevé que en los próximos 5 años los teletrabajadores serán unos 700.000 en Italia y 7.000.000 en todo el continente.

Esta nueva situación ha impulsado el nacimiento de otras figuras profesionales dentro de las organizaciones como la de organizadores de teletrabajo. Desde el punto de vista de la reestructuración de las organizaciones en muchos contratos se está preparando el terreno para situaciones más amplias y flexibles. 

Para algunos trabajadores, en efecto, los beneficios de una mayor disponibilidad para la familia y el tiempo libre se ven atenuados por los problemas psicológicos: sentimiento de aislamiento, necesidad de autodisciplinarse y de administrar bien la propia jornada, ausencia de momentos de confrontación e incluso de desencuentro con los colegas producen a veces estados depresivos. A la vez la falta de contacto con los compañeros de trabajo y con todo el entorno laboral conspiran contra la realimentación de los empleados. 

De acuerdo con una investigación el 68 % de los italianos está dispuesto a aceptar el teletrabajo, que convence mucho más a los hombres que a las mujeres, que prefieren despegarse de la rutina doméstica.

Los operadores de telecomunicaciones ofrecerán las redes necesarias a precios competitivos, el sector privado creará nuevas empresas de servicios que suministrarán el soporte necesario para el teletrabajo. Las instituciones (tanto las grandes como las pequeñas) y las administraciones públicas se beneficiarán de incrementos de la productividad, una mayor flexibilidad y ahorro de costos. Una reciente investigación presentada en la Universidad de Castellanza calculó en por lo memos 7.000 dólares anuales el ahorro por empleado si éste teletrabaja.

También hay que pensar en la reorganización de las instituciones. En lugar de una estructura piramidal, existirá una red cuyos integrantes apunten más a los objetivos enunciados por la organización para cada departamento o sector que a la presencia formal en los lugares de trabajo. Se estima que será necesaria una reconversión psicológica de los cuadros dirigenciales. El temor a perder el poder de control preocupa a los ejecutivos.

El público en general verá reducirse los niveles de contaminación, la congestión del tránsito y el consumo de energía. Los empleados con obligaciones hogareñas se verán especialmente beneficiados por una mayor flexibilidad en su actividad laboral, y las personas que trabajen en zonas alejadas se beneficiarán de la mayor cohesión que tendrá como consecuencia el acortamiento de las distancias. En California ya existe la Clean Air Act que impone a las empresas utilizar un determinado porcentaje de teletrabajadores para disminuir la contaminación por el uso de automotores.

Será necesario dar solución a los problemas derivados de las menores posibilidades de relacionarse y promocionarse socialmente. Habrá que evaluar también las repercusiones en el campo de la legislación laboral y de la seguridad social. Los sindicatos en estos momentos son cautos, en principio no se oponen. Las organizaciones ven en esta nueva modalidad un instrumento para la flexibilidad.

Telemedicina

Es la interconexión a distancia entre distintos grupos o individuos relacionados con la Medicina para intercambiar experiencias y facilitar consultas y segundas y terceras opiniones. Fue creada hace más de 30 años por el ejército norteamericano para atender las necesidades de los médicos en sus campañas de guerra. Ha sido empleada con pleno éxito en las guerras de Vietnam, del Golfo Pérsico y Croacia. Los médicos de campaña envían vía satélite o por teléfono señales a centros terciarios situados en Francfort (Alemania) o Washington (EE. UU.) desde donde expertos en las distintas especialidades les responden.

En Madrid (España) existe desde hace más de 20 años un Centro de Telemedicina dedicado fundamentalmente a la recepción transtelefónica de electrocardiogramas. Reciben más de 50.000 electrocardiogramas cada año a plena satisfacción. Quienes se los envían son Centros de Atención Primaria, barcos en alta mar, ambulancias, centros médicos de empresas, pequeñas clínicas, centros de medicina rural, escolar, deportivas, etc. Pronto lo harán desde las aeronaves pues ya existen equipos de ECG en varias compañías aéreas norteamericanas donde se calcula que fallecen dos pasajeros por día en pleno vuelo sin asistencia médica. Este centro es atendido por cardiólogos y funciona las 24 horas del día, todos los días del año.

Existen en nuestro país instituciones que están utilizando teleradiología conectados con otros centros del interior o del exterior.

Estamos implementando en el Hospital Belgrano la telepatología por medio de la tecnología ISDN para conectarnos con centros de referencia en Europa y poder solicitar y responder a segundas y terceras opiniones respecto a los preparados anatomopatológicos que se transmiten por esta moderna forma de comunicación.

Educación a distancia

Nos permitirá una educación permanente para una sociedad que está en  pleno cambio. En los próximos años se fomentará la creación de centros de enseñanza a distancia que proporcionen material pedagógico y servicios de formación y tutoría a medida para las pequeñas y grandes instituciones, y las administraciones públicas. Se introducirán técnicas avanzadas de enseñanza a distancia en las escuelas e institutos de formación profesional. Hoy vemos la gran oferta de cursos de postgrado para los residentes a grandes distancias de los centros urbanos. Se trasladan los alumnos, generalmente un fin de semana al mes, o se traslada el cuerpo de profesores hacia las regiones distantes. En un futuro próximo estos traslados no serán necesarios pues se lograrán clases presenciales con la utilización de los modernos medios interactivos de comunicación.

Una vez que las tarifas de la red necesaria alcancen niveles competitivos, la industria creará nuevas empresas de servicios que proporcionarán servicios de formación profesional a distancia. Se deben apoyar Normas de calidad para programas y cursos, y contribuir a crear un entorno favorable. Las autoridades públicas y organismos privados entrarán en el mercado de la educación a distancia ofreciendo programas y contenidos en red y en discos interactivos CD-I y CD-ROM a precios asequibles.

Especialmente las pequeñas organizaciones y las administraciones públicas se beneficiarán, ya que se reducirán los costos y podrán aprovechar al máximo los escasos recursos para la formación y educación. Los empleados que necesiten mejorar su preparación podrán beneficiarse de programas de formación continua. Las personas con obligaciones hogareñas o las que viven en zonas alejadas  y los estudiantes podrán acceder a una enseñanza de mayor calidad.

Tenemos la necesidad de emprender la ingente labor de formar educadores masivamente y de alfabetizar informáticamente a los enseñantes.

Red de Universidades y Centros de Investigación

Se están implementando en todo el mundo interconexiones universitarias que crean una red avanzada de alta definición que soporta servicios interactivos multimedia y que conectan las universidades y centros de investigación con acceso sin restricciones a sus bibliotecas.

En la medida que podamos disponer de redes de banda ancha y líneas de alta velocidad a precios competitivos, las universidades y los centros de investigación harán crecer estas redes. Las empresas privadas, tanto las grandes como las pequeñas, también podrán conectar sus laboratorios con las universidades y los centros de investigación. Asimismo se podrá crear una red de bibliotecas públicas.

Se beneficiarán los responsables de los programas de investigación quienes obtendrán una mayor productividad gracias a la creación de equipos más numerosos que facilitarán las sinergias entre las instituciones y la sociedad en general gracias a una mayor difusión de los resultados de la investigación y de los conocimientos.

Deberemos tener el marco legal adecuado para el resguardo necesario de los derechos de protección intelectual a medida que el acervo acumulado de conocimientos humanos se va haciendo más y más fácilmente accesible.

Servicios telemáticos para las pequeñas instituciones

En los próximos años veremos una promoción del uso más amplio posible de los servicios telemáticos (correo electrónico, transferencia de ficheros, transferencia electrónica de datos, video conferencias, educación a distancia, etc.) por las pequeñas y medianas instituciones, en colaboración con las autoridades públicas, las asociaciones profesionales, los clientes y los proveedores. También observaremos un aumento de la información sobre los servicios de valor agregado, y las comunicaciones en general, entre las pequeñas y medianas instituciones y se  facilitará el acceso a las redes nacionales e internacionales de datos.

Si se ofrecen tarifas competitivas, el sector privado prestará servicios de valor agregado específicos para las pequeñas y medianas instituciones. Ofrecerán estos servicios las administraciones locales y regionales, las cámaras de comercio, y las asociaciones profesionales en las que participen estas instituciones montarán programas para integrar redes de información a las escalas local y regional y organizarán campañas para informar sobre los servicios disponibles.

Se beneficiarán las pequeñas y medianas instituciones y podrán competir mejor con las grandes. Se erosionarán las bases de las relaciones cautivas entre contratistas y proveedores. Las pequeñas y medianas instituciones serán más competitivas, crecerán más rápidamente y crearán más empleo. Las relaciones con las administraciones se simplificarán y serán más productivas. Estas instituciones adquirirán mayor importancia e influencia.

Redes de asistencia sanitaria

Permitirán un sistema de asistencia sanitaria más económico y más efectivo. Crear una “Red de Redes” de comunicación directa basada en Normas comunes que interconecte a los médicos generalistas, los hospitales, y los centros sociales a escala del país es uno de los grandes desafíos que nos espera para los próximos años.

El sector público, el sector privado, las compañías de seguros, las asociaciones médicas y los sistemas de seguridad social, deben adoptar Normas y aplicaciones transferibles. En cuanto los operadores de telecomunicaciones ofrezcan las redes necesarias a precios reducidos, estos sectores crearán servicios a precios competitivos a nivel nacional, estimulando la productividad y el ahorro en todo el sector de la asistencia sanitaria.

Los ciudadanos, en cuanto a pacientes se refiere, se beneficiarán de una mejora sustancial de la asistencia sanitaria (mejores diagnósticos gracias al acceso en línea a especialistas, reservas en línea para la obtención de turnos de análisis y de otros servicios hospitalarios por parte de los médicos y usuarios en todo el país, estudios de compatibilidad para transplantes, etc.). Los contribuyentes y las administraciones públicas se beneficiarán de un mayor control de los costos, del ahorro en el gasto público en sanidad y de la aceleración de los trámites de reembolso de los gastos.

Uno de los aspectos más importantes a cubrir es el poder proteger la intimidad y la confidencialidad de las Historias Clínicas y demás datos médicos.

Licitación electrónica

Debemos transitar un camino hacia una administración más eficaz y económica. En los próximos años se introducirán procedimientos electrónicos de contratación pública entre las administraciones públicas y los proveedores para crear una Red de Licitación Electrónica. Este programa actuará como un mecanismo potente para alcanzar la masa crítica en el mercado de los servicios telemáticos.

Se deben adoptar Normas comunes y un compromiso obligatorio para tratar electrónicamente la información, las ofertas y los pagos relativos a las contrataciones públicas. Los operadores de telecomunicaciones y los proveedores de servicios harán posible que los usuarios puedan acceder a la Red de Licitación Electrónica.

Las administraciones públicas ahorrarán costos sustituyendo la tramitación de documentos en papel por el tratamiento electrónico de la información y se beneficiarán de la creación de un entorno más competitivo en el que participarán proveedores del gran mercado del interior. Las pequeñas y medianas instituciones podrán participar en la contratación pública y se beneficiarán de la difusión de los servicios telemáticos.

Los problemas a resolver son la protección de los datos, la necesidad de garantizar un acceso abierto, en particular a las pequeñas y medianas instituciones, para evitar que la licitación electrónica evolucione hacia una forma encubierta de proteccionismo.

Red de Administraciones Públicas

Tendremos redes interconectadas entre las administraciones públicas con el fin de intercambiar información de manera más efectiva y barata, sustituyendo la tramitación de documentos en papel por medios electrónicos. Posteriormente se podrá ampliar la conexión a la ciudadanía.

Los Estados deben reforzar y acelerar la realización de un programa de intercambio de datos entre sus administraciones. El sector privado incrementará su cooperación con los Estados para encontrar las soluciones técnicas para la prestación de servicios interoperables y la creación de redes interconectables, y colaborará con las autoridades nacionales y locales en los ensayos y la instalación de redes y la prestación de servicios destinados a los ciudadanos.

El proceso de unificación quedará reforzado, lo que acarreará beneficios en forma de reducción de costos y de mejores relaciones entre las administraciones públicas y los ciudadanos.

Un ejemplo ocurre con el pago de las pensiones y jubilaciones en Finlandia y Namibia. Dos países con un distinto grado de desarrollo y que son pioneros en el pago de estos servicios sociales en forma electrónica. Sus jubilados retiran en efectivo el monto que les corresponde insertando una tarjeta emitida por el gobierno en una máquina que es una variante del cajero electrónico, que les entrega el dinero en forma inmediata.

Este método de transferir dinero en efectivo del Estado a la gente, conocido como “transferencia electrónica de beneficios” hará que los registros y los cheques de las obras sociales se vuelvan anticuados. Más eficientes que el papel y con menor posibilidad de estafas estos sistemas de transferencias electrónicas forman parte de la obra social del futuro.

Algunas regiones del norte de Italia y tres provincias de Sudáfrica también ya instalaron centros de transferencia electrónica de beneficios para pagar jubilaciones y pensiones; Méjico tiene en vías de experimentación un programa que controla la entrega de leche y alimentos a aproximadamente dos millones de familias de bajos recursos.

Gran Bretaña tiene previsto, ambiciosamente, desembolsar electrónicamente casi el total de sus 90.000 millones de libras esterlinas (unos 150.000 millones de dólares) en gastos sociales para el año 2000, un sistema que según el gobierno reducirá el monto total de las estafas entre 150 y 200 millones de libras esterlinas por año. Un proyecto piloto relacionado con las asignaciones de beneficios para la minoridad ya está en marcha. Las personas habilitadas para recibir ese beneficio obtendrán una tarjeta, diseñada por ICI Patfway, que guarda los datos sobre su asignación. La tarjeta se inserta en una computadora del correo postal, la cual verifica la identidad del titular y establece cuanto se le debe; un cajero entrega luego el dinero en efectivo. No hay registros que puedan ser escamoteados ni de que un tercero cobre un cheque robado.

En los EE. UU. la ley de reforma de las obras sociales aprobada el año último exige que los 50 Estados tengan instalado un sistema de transferencia electrónica de beneficios para el 2002 en el caso de los cupones alimentarios. Casi todos aprovechan la oportunidad para incluir también en la tarjeta las asignaciones de la obra social para las familias pobres. Transactive, una compañía subsidiaria de Gtech con sede en Rhode Island, cuenta hasta ahora con el mayor sistema en funcionamiento, en Texas. Transactive recibe 2 dólares mensuales por cada beneficiario de cupones alimentarios y 97 centavos de dólar por cada beneficiario de ingresos complementarios de ayuda social. A cambio, se ocupa de la capacitación y de la infraestructura, por ejemplo, para la instalación de terminales.

Tuve oportunidad de ver en el año 1994 en mi visita a la ciudad de Austin, la capital del estado de Texas con motivo del congreso de bioinformática que organizó la Universidad de Texas, la gran preocupación que existe en ese estado de los EE. U.U. por el tema de los “chicos con hambre” tal como aparecían los mensajes en los distintos lugares donde solicitaban una contribución. Para recibir sus cupones alimentarios, los 3 millones de beneficiarios texanos insertan su “Lone Star Card” - la tarjeta de la estrella solitaria - en una terminal del mostrador de control de un comercio, e ingresan su número de identificación. El precio de los alimentos adquiridos es luego automáticamente deducido de su asignación y agregado a la cuenta del comercio minorista correspondiente.

El sistema reconoce el código de barras de los productos no autorizados para la compra, como por ejemplo las bebidas alcohólicas y los cigarrillos, y de ese modo asegura que los subsidios para la alimentación sean realmente gastados en comida. Los funcionarios de Texas advirtieron que, cada vez que en las ciudades del Estado se introducía la transferencia electrónica de beneficios, la venta de bebidas alcohólicas tendía a disminuir mientras que la de alimentos aumentaba. Estas tarjetas no son aún “inteligentes”. Es decir que utilizan bandas magnéticas y no un microchip para contener la información, de manera que no pueden procesar los datos.

En España se decidió utilizar tarjetas “inteligentes”. En un programa conocido como TASS, las autoridades españolas comenzaron a incorporar una vasta gama de informaciones en las nuevas tarjetas de la seguridad social. Según el programa, los beneficios sociales todavía son depositados directamente en cuentas bancarias. Pero los ciudadanos españoles pueden utilizar la tarjeta desde lugares previamente designados para comunicarse con las distintas oficinas del gobierno. Pueden controlar el estado de sus jubilaciones y beneficios por desempleo, preguntar acerca de la capacitación laboral, verificar su seguro de salud o pedir turno en una clínica. Smart Card News, un boletín de prensa publicado en Gran Bretaña considera que TASS es la mayor y más extensa de esas iniciativas en el mundo. Por ahora dos millones de ciudadanos tienen esa tarjeta en su poder. Está previsto que para el 2002 todos los españoles la tendrán.

Autopistas urbanas de la información

La sociedad de la información llegará hasta nuestras casas. Se están creando redes accesibles desde el hogar que proporcionan los medios para utilizar servicios multimedia y de entretenimiento en línea a escalas regional, nacional e internacional.

Las están ofreciendo grupos de proveedores de servicios (emisoras de televisión, editoriales), operadores de redes (organismos de telecomunicaciones y de distribución por cable), y proveedores de la industria de electrónica de consumo. Las autoridades locales y regionales, las asociaciones ciudadanas, las cámaras de comercio y la industria tendrán una función muy importante que realizar.

Los consumidores adquirirán una experiencia de primera mano en nuevos servicios complejos, en particular los servicios en multimedia, y podrán expresar sus preferencias en los ámbitos del entretenimiento (video a la carta) y de las transacciones y las gestiones (transacciones bancarias, telecompra, etc.) así como acceder a servicios de información, al teletrabajo y a la educación a distancia.

Las autoridades públicas adquirirán experiencia en temas tales como el resguardo de la intimidad de la información, en la protección de los derechos de propiedad intelectual y en la normatización que será de utilidad a la hora de establecer un único marco jurídico y reglamentario.

Los participantes del sector privado adquirirán una primera experiencia práctica de las preferencias de los consumidores en relación con los programas, el soporte lógico y los servicios. Se podrán probar las interfaces de los usuarios en introducir las mejoras necesarias.


           

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